En el novedoso contexto de la economía del conocimiento, que solo en la provincia de Buenos Aires emplea a 84.000 trabajadores formales en el sector, merece conocerse el polo socio tecnológico de Tandil y las importantes empresas allí radicadas.
La economía del conocimiento es el cuarto complejo exportador de la Argentina después del sojero, cerealero y automotriz. Exporta USD 6.700 millones y emplea a 485.000 personas (el 7% del empleo formal de Argentina).
Se trata de un empleo muy orientado a la exportación: cuenta con alrededor de 200.000 profesionales activos e incluye diferentes modalidades tecnológicas que van desde software y servicios informáticos a ensayos clínicos, I+D, biotecnología pasando por las industrias audiovisuales, publicidad y contenidos, videojuegos, servicios profesionales (ingeniería y arquitectura, economía, estudios mercado), telemedicina, e-learning, y servicios vinculados al agro.
Nuestra provincia de Buenos Aires es uno de los grandes protagonistas porque aporta presencia territorial en diferentes lugares y no solo en el área metropolitana de Buenos Aires, contribuye además a la generación de empleo y de divisas por ser una exportación. Podríamos decir que es uno de los sectores “estratégicos”.
En el mundo laboral actual con el gran avance de la digitalización, ya es poco relevante donde se ubica una empresa de este tipo. No necesitan estar en Capital o cerca de ella, sino más bien en zonas donde hay disponibilidad de recursos humanos de calidad, personas capacitadas que puedan aportar talento. Por eso suelen ubicarse en áreas cercanas a universidades, por la accesibilidad a buenos profesionales.
En la provincia de Buenos Aires son 84.000 trabajadores formales en el sector. Se trata de un empleo de calidad con salarios por encima de la media (35% - 55% más altos). Una situación significativa es la presencia territorial y regional de diferentes polos socio tecnológicos: Tandil, Mar del Plata, Bahía Blanca; La Plata, algunos municipios como Vicente López, San Nicolás, Pergamino.
La situación de Tandil es destacable, diría que es un modelo a seguir. Allí funciona la CEPIT, una cámara que nuclea a más de 50 empresas del sector, que viene trabajando muy bien, con 12 años de historia y una relación muy estrecha con la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) y con el Municipio de Tandil. El trabajo en red público privado es esencial para el desarrollo de estos polos.
En el ecosistema tecnológico de Tandil hay ya más de 2000 empleados y la CEPIT cumple un rol clave en la formación de los recursos humanos. En 2021 lanzaron una carrera de desarrollador Full Stack (programadores, el perfil más demandado actualmente).
La carrera dura 2 años y se dicta en varios municipios cercanos (Madariaga, Dorrego, Ayacucho, Benito Juárez, las Flores). La UniCen con el apoyo de CEPIT creó nuevas carreras (desarrollo de software, tecnicatura en desarrollo de aplicaciones, gestión de negocios digitales). Hay además, una escuela municipal de tecnología por fuera de lo que es la educación formal.
Tienen un evento muy importante llamado “Flama” que se llevó a cabo en octubre 2022 y que convocó en diferentes puntos y lugares de la ciudad a personas creativas a presentar sus proyectos sobre economía del conocimiento (www.flama.ar).
Finalmente, también hay que destacar en Tandil la presencia de GLOBANT entre otras empresas. La compañía fundada en 2003 por Martín Migoya, Guibert Englebienne, Néstor Nocetti y Martín Umarán es uno de los primeros unicornios argentinos junto con Mercado Libre, OLX y Despegar.
Se dedican a la ingeniería de software y tecnología de la información con alto profesionalismo y foco global: ciber seguridad, blockchain, transformación industrial, data analytics, gaming, pagos digitales, nube, infraestructura biométrica, etc.
Globant está entre los primeros puestos de las marcas más fuertes de IT en el mundo, ranking que lideran Accenture (USA), IBM (USA) e Infosys (India).
Conocerlos es realmente un placer. Han hecho un edificio espectacular totalmente sustentable en el centro de Tandil, en el cual se colecta el agua de lluvia para el riego, cuenta con paneles solares en el techo, composteras electrónicas para el reciclaje, y toda una cultura de trabajo en equipo que fomenta la creatividad y el bienestar de los profesionales que trabajan en ella.
Un dato, al personal de la empresa no se los llama empleados porque se los considera parte de un equipo, los mencionan como “globers”, haciendo un juego de palabras con el nombre de la empresa y con la impronta global de su trabajo.
DIEGO VALENZUELA
Sábado 11 de Febrero de 2023 • 07:00
MDZ